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La historia del Fotomatón

    Hoy en día los fotomatones forman parte de nuestra vida, cada vez que tenemos que renovar el DNI, el carnet de conducir o el pasaporte, lo más rápido y cómodo es ir a un fotomatón digital y sacar las fotos de manera instantánea. Hoy hablaremos brevemente sobre la historia del fotomatón.

    El fotomatón y su origen

    La primera patente de un fotomatón data de 1888, solicitada por William Pope y Edward Poole, de Baltimore aunque lo más probable es que nunca se construyera. Por otra parte, la primera máquina fotográfica realmente operativa que conocemos fue un producto del inventor francés T. E. Enjalbert (marzo de 1889), y se expuso en la Exposición Universal de París.

    El fotógrafo alemán afincado en Chicago Mathew Steffens presentó una patente para un fotomatón en mayo de 1889. Estas primeras máquinas no eran lo suficientemente fiables como para ser automáticas. El primer aparato fotográfico automático de éxito comercial fue el «Bosco» del inventor Conrad Bernitt de Hamburgo, patentado el 16 de julio de 1890.

    Todas estas primeras máquinas producían fotografías de ferrotipos, que son fotografías realizadas sobre placas de hierro esmaltadas en negroNo fue hasta 1896 cuando aparece la primera máquina automática con el proceso de negativo y positivo, desarrollada por el alemán Carl Sasse.

    El concepto moderno de fotomatón con cortina fue creado por Anatol Josepho, que llegó a Estados Unidos en 1923 procedente de RusiaEn 1925 apareció la primera cabina en Broadway, en Nueva York. Por 25 céntimos, la máquina fotografiaba e imprimía 8 fotos, en un proceso que duraba unos diez minutos. En los seis primeros meses tras la apertura de la caseta, la utilizaron 280.000 personas. Al darse cuenta del enorme éxito, se creó la empresa Photomaton para colocar cabinas en todo Estados Unidos. El 27 de marzo de 1927, Josepho recibió un millón de dólares por su máquina y se aseguró futuros derechos de autor por su invento.

    La cabina fotográfica en la actualidad

    Las cabinas Fotomatón todavía forman parte de nuestra vida cotidiana y ¡están lejos de acabarse!
    Efectivamente, todos necesitamos las fotos de identidad para los documentos oficiales u otros.
    Todos vamos de vez en cuando a una cabina fotográfica para tomarnos una serie de 4 fotos o más con la pareja, los amigos o los hijos. Solo por diversión, para recordar un día particular, en un lugar especial, etc…

    Incluso si la tecnología digital ocupa una gran parte de la fotografía, ¡la impresión en papel no se va a acabar!
    Todavía somos muchos los adeptos de estas tiras de fotos que conservamos durante años.

    Además, desde hace algún tiempo, estas cabinas fotográficas vuelven a causar furor en bodas, cumpleaños, o incluso en eventos profesionales.
    Las cabinas se pueden alquilar por uno o varios días para fiestas y Alquiladas, durante una fiesta, un día o incluso varios, estas cabinas Photobooth permiten tener un recuerdo duradero en papel de los eventos y de las personas con quien los compartimos.